Entrevista a Javier Íscar, presidente de la Corte de Arbitraje AEA: “La cláusula arbitral de la Corte de Arbitraje de la Asociación Europea de Arbitraje se ha convertido en la cláusula de arbitraje “de cabecera” para muchos despachos y empresas

Con 23 años administrando arbitraje a nivel doméstico e internacional, la Corte de Arbitraje de la Asociación Europea de Arbitraje se ha consolidado como una de las cortes de referencia a nivel estatal. Entre sus logros, se encuentra el desarrollo y fomento del arbitraje como método de resolución de controversias, buscando siempre responder a las necesidades de sus usuarios de la manera más efectiva y garantista, y atendiendo a estrictos criterios de calidad.

Javier Íscar de Hoyos, presidente de la institución, analiza algunas de las claves en el recorrido de la Corte y los principales retos que esta afronta en el futuro más cercano.

 

¿Cómo valora la evolución y situación actual de la Corte de Arbitraje de AEA?

La Corte de Arbitraje de AEA es una institución ya consolidada con más de 20 años de experiencia administrando arbitrajes. Muy pocas instituciones privadas se han consolidado. La relevancia de una Corte radica la confianza generada en el medio y largo plazo, de ahí que la experiencia de casi un cuarto de siglo sea esencial para generar esa confianza y ser referente como institución Arbitral.

La labor realizada durante todos estos años tanto en la práctica como en el fomento del arbitraje nos ha posicionado como una de las cortes de referencia a nivel nacional. Algo que se plasma en los datos que manejamos, nuestra corte cada día está más solicitada y mejor valorada.

 

¿Cuáles son las principales características que definen a la Corte en la administración de procedimientos?

Contestaría con otra pregunta. ¿Qué esperan las partes de una Corte de Arbitraje?

La respuesta la sabemos. Profesionalidad, experiencia de la secretaría, claridad, certidumbre y transparencia en la designación de árbitros, reglamento moderno y tarifas adecuadas. Digamos que las partes tiene que ver la cláusula AEA como cláusula “placebo”; entendida como aquella que da tranquilidad plena a las partes, a los abogados y a los árbitros.

De alguna manera es nuestro deber garantizar que el arbitraje encomendado está en las mejores manos y que la Corte, además, logra aportar un equilibrio a abogados, árbitros y empresas en términos de tiempos y costes.

 

La Corte de Arbitraje de AEA cumple este curso 23 años de actividad, ¿qué aspectos destacaría de esta dilatada trayectoria?

Pues si. Parece mentira que en enero cumplamos 23 años. Creo que la madurez de una Corte se alcanza cuando hay certeza de que una cláusula arbitral es una cláusula segura.  Me explico. Un contrato firmado hoy es un posible conflicto dentro de 5 años, de 3 años o de 10 años.  Las empresas y los despachos no quieren sorpresas. Ofrecer certidumbre a largo plazo como institución arbitral es imprescindible para poder ser una opción cuando los abogados pactan el convenio arbitral.

Y creo que hemos conseguido ser esa opción para mucha empresa y despacho. La cláusula Arbitral de la Corte de la Asociación Europea de Arbitraje se ha convertido en la cláusula de cabecera de un gran número de despachos. Y esa es la mejor notica que una corte puede recibir porque es un premio a la constancia, experiencia y buen hacer.

 

El reglamento arbitral es un elemento clave en todas las Cortes de Arbitraje, ¿qué define al reglamento de AEA?  

El reglamento de la Corte de Arbitraje de AEA es una reglamento actualizado y acorde con las exigencias tanto de las partes como de los propios árbitros en los arbitrajes. El peor reglamento es aquel que no se actualiza y renueva porque el arbitraje es una herramienta viva. Ahora estamos revisando el reglamento para adaptarlo a la realidad tecnológica. No queda otra. El Grupo de Trabajo II de UNICITRAL nosirá marcando nuevas pautas a seguir.

Por tanto, estamos abiertos a seguir incorporando nuevas mejoras en función de la evolución del arbitraje a nivel nacional e internacional. Creo que es algo debe definir a toda institución Arbtiral que quiera ser referente, la constante evolución.

 

Otra de las grandes apuestas de la Corte de AEA ha sido siempre la especialización del árbitro en la materia de controversia a través de los denominados como Comités de Expertos, ¿Cómo lo ha recibido la comunidad arbitral?

El árbitro lo eligen las partes. A falta de acuerdo debe ser la Corte la que garantice tanto la transparencia en la selección como la garantía es que es una persona experta en la materia objeto de conflicto. Los Comités de Expertos por materias otorga un plus de tranquilidad a las partes. Tener la seguridad de que detrás de una designación de la Corte, sea de un árbitro único o de Presidente del tribunal es un experto con experiencia es una exigencia y una necesidad.

En todo caso, la Corte ofrece equilibrio en función de la complejidad del asunto. Presumimos de dar opciones a árbitros más jóvenes. Y, por supuesto, encontramos en hombres y mujeres esa experiencia y capacitación por igual. Creemos en las personas.

 

La volatilidad de la situación política y económica a nivel internacional resalta la necesidad de disponer de garantías jurídicas que aporten seguridad y tranquilidad en un mundo en constante cambio. ¿Puede el arbitraje resultar ser un oasis en medio de la incertidumbre?

Es un hecho que el arbitraje ha podido seguir con independencia de lo convulso de la situación mientras que juzgados del todo el mundo han tenido que cerrar. El arbitraje estaba preparado y ha demostrado una madurez extraordinaria ante situaciones tan extraordinarias como una pandemia. Nuestra institución también, por supuesto.

¿Por qué motivos crees que alguien decide incorporar la cláusula arbitral de AEA en sus relaciones contractuales?

Las empresas, lógicamente, se guían por cuestiones reputacionales. El buen hacer de la Corte es clave para que las partes confíen en la institución y su reglamento. Las personas que integran las organizaciones pueden y deben variar, pero la reputación de la institución se mantiene y afianza con el paso del tiempo si existe una buena praxis y demuestra ser sólida y confiable.

Las Instituciones deben estar por encima de las personas que las dirigen. Yo dejaré de ser presidente y vendrá otro que lo hará mejor y permitirá que la institución siga su rumbo y hoja de ruta. Así debe ser.

 

Recientemente ha habido cambios en el organigrama de la organización, ocupando Pilar Pulido el puesto de secretaria general de la Corte de Arbitraje AEA.

Ha sido, sin duda la decisión más fácil y la mejor. Pilar Pulido es una profesional más que contrastada con un bagaje y experiencia al alcance de muy pocos. Haber estado al frente de la secretaría durante 20 años, haciendo escrutinios de cientos de laudos hacía evidente de que tenía que ser la Secretaria General. Es una tranquilidad absoluta que ella esté al mando. Además, cuenta con un equipo magnífico liderado por Noelia Moreno que ya lleva más de 10 años con nosotros. El equipo es el que hace que seamos Corte. Tenemos mucha suerte de contar con Pilar. Sin duda.

 

Además de la actividad de la Corte de Arbitraje, la Asociación Europea también es conocida por la organización del Open de Arbitraje. ¿Cómo cree que repercute el éxito del evento en el día a día de la Corte?

También contestaría con otra pregunta. ¿Qué esperan los profesionales, árbitros, expertos, inhouse, de un Congreso de Arbitraje?

Creo, sinceramente, que el Open es un punto de encuentro que da respuesta a esa pregunta. Es dinámico y creativo, fomenta la participación, las mesas son extraordinarias, hay presencia de muchas empresas. Es, sencillamente, distinto. En 2023 iremos a por la 9ª edición y son cientos de profesionales de todos los rincones del mundo los que ya tienen reservada en su agenda el 10 y 11 de mayo.

¡Qué voy a decir yo del Open! Eso sí, menos mal que detrás del Open de Arbitraje y de los Little Open están Sonia Hernando y Peio Yoldi. Otra vez el equipo.